Hay momentos en que necesitas gritar todo lo que te retumba en la cabeza. Sólo gritar. No es soltarlo todo en una hoja en blanco. No es hablar con nadie. No es que te escuchen. Cuando ya no puedes seguir susurrando, se trata sólo de gritar. Gritarle al aire. Bienvenidos. Este es mi aire.
jueves, 29 de marzo de 2012
Tanto
Da igual cuánto adore mi ciudad, ahora mismo, me mata estar aquí de nuevo.
Estoy tan cansada de todo me duela tanto, de que me duelas tanto a veces... Y me ahogan tanto los kilómetros, tanto...
Te entiendo demasiado bien cariño...
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